lunes, 22 de octubre de 2012

LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA (LUZ)

HISTORIA I: Desde los orígenes hasta su cierre en 1904 Fundada en 1891, LUZ es una institución centenaria, con raíces fuertemente hundidas en el espíritu de la región. Su camino, desde 1891 hasta ahora —período que incluye el lapso de su cierre en 1904 hasta su reapertura en 1946—, no ha sido fácil: el déficit presupuestario ha sido una constante, así como el enfrentamiento con los gobiernos nacionales y con camarillas de poder que han intentado ponerla al servicio de una determinada ideología o modelo político. Pese a todo, la Universidad se ha mantenido en su ruta y enfrenta el tercer milenio plantada en las líneas de desarrollo que el futuro demanda. Ya desde comienzos del siglo XIX, los habitantes de Maracaibo habían demandado ante el gobierno de José Antonio Páez la creación de una institución de estudios superiores sobre la base del existente Colegio Seminario. Esta solicitud no tuvo éxito pero los marabinos persistieron en su empeño: era imprescindible una universidad que acompañara el desarrollo económico, cultural e intelectual de la región. Maracaibo: próspera tierra de comerciantes y nido de poetas Durante el período comprendido entre los siglos XVI y XIX, en la cuenca del lago de Maracaibo se fue formando un complejo económico dual: por un lado, una zona interior, productora, fundamentalmente agrícola y rural, constituida por los campos zulianos, parte sustancial de la región andina y las zonas fronterizas colombianas; y, por el otro, un núcleo comercializador de la producción, el puerto de Maracaibo. Para finales del siglo XIX esta región occidental, liderada por Maracaibo, llegó a constituir una sólida unidad económica, que ha sido llamada Región Histórica Marabina; y que desde entonces mantuvo nexos con los mercados externos, con casas comerciales alemanas, italianas, francesas, norteamericanas, españolas y criollas, que operaban en el puerto de Maracaibo movilizando un tráfico incesante de buques y personas. Para ese momento —finales del siglo XIX— la ciudad alcanza los 31.921 habitantes. El comercio abrió caminos y por las rutas comerciales transitaron nuevas ideas y productos. Así se conformó una sociedad progresista, receptiva a las innovaciones, generadora de nuevos inventos y creaciones. Es por eso que adelantos científicos como la navegación de vapor, la luz eléctrica, los teléfonos, el cine, la circulación por tranvías, se incorporan a la vida del Zulia antes que en el resto de Venezuela. Hasta mediados del siglo XX, en Maracaibo florece una sociedad civil dedicada al trabajo, sin las constantes luchas militares, asonadas y montoneras que agobiaron a otras regiones del país. Se trata, en suma, de una urbe ilustrada, dispuesta al goce de la cultura y de las bellas artes, abierta, móvil; con un contacto permanente con Europa, las Antillas y los Estados Unidos, de donde recibe periódicos y revistas, así como la visita de compañías artísticas. Muy tempranamente esta sociedad desarrolló un fuerte sentido de vinculación regional, quizá porque su territorio se encontraba virtualmente aislado del resto de Venezuela y también por la circunstancia de que su vida económica se abría hacia el extranjero más que hacia el propio país. Todo esto alentó la percepción de que los zulianos éramos capaces de autoabastecernos en lo material y en lo simbólico (en los productos y en las ideas), en forma autónoma, sin necesidad del Gobierno central, del cual nada o muy poco habíamos recibido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario