martes, 22 de enero de 2013

Facultad de Ciencias de UCV avanza en investigación nanotecnológica

Investigadores de Facultad de Ciencias iniciaron proyectos hace aproximadamente 9 años Desde los laboratorios de la Facultad de Ciencias entre gruesos vidrios y silencios obligados, se gestan importantes proyectos dentro del contexto de una nueva revolución tecnológica, pero a tan pequeña escala, que las vibraciones y el viento pueden afectar el funcionamiento de los equipos para el estudio y manipulación de materiales a nivel atómico y molecular La nanotecnología es una aplicación de la nanociencia y en palabras sencillas, tiene que ver con desarrollos tecnológicos basados en sistemas nanoscópicos. El prefijo “nano” en tamaño, equivale a la millonésima parte de un milímetro, lo que se conoce como un nanómetro, a esta escala, estamos hablando de los átomos y moléculas que componen los materiales y la posibilidad de manipular y cambiar sus propiedades. Los beneficios en el presente y el alcance a futuro de lo que muchos denominan la nueva revolución tecnológica, son muy bien entendidos por profesores, investigadores y teóricos de la Facultad de Ciencias quienes iniciaron proyectos en la UCV a escala “nano” hace aproximadamente 9 años. Posteriormente, se unieron investigadores de microscopía laser con microscopía electrónica quedando conformado el grupo de trabajo actual por los profesores Alberto Fernández, Manuel Caetano, Jimmy Castillo, Humberto Rojas, Vincent Piscitelli, Yosmery Vitta y Pedro Rodríguez, quienes incursionaron en el desarrollo de sensores para detectar moléculas específicas y su aplicación en el campo de la medicina y la biología. Sus conocimientos y experiencias en sistemas nanoscópicos les ha permitido, en nombre de la UCV, formar parte de un proyecto multidisciplinario a nivel nacional de la Misión Ciencias con el objetivo de abordar un grave problema de salud como lo es la leishmaniasis. La propuesta ucevista, que constituye ahora un subproyecto en pleno desarrollo, consiste en generar un sensor que pueda detectar de manera temprana la existencia de la leishmania en un organismo. Para Jimmy Castillo, profesor investigador de la Escuela de Química, el gran problema es que la leishmaniasis tiene dos formas de presentación: la cutánea y la visceral. “Los cuadros clínicos con afectación cutánea se ven a simple vista, pero la mayor complicación diagnóstica está en la visceral porque cuando se comienzan a ver los síntomas, ya es tarde”. Con los fondos para este proyecto, la Facultad de Ciencias adquirió recientemente un microscopio de fuerza atómica para la detección de moléculas y átomos, lo que ha permitido avanzar en la investigación. “Nos encontramos en la etapa en la cual ya generamos las nanopartículas, recolocamos la contraparte de una proteína que tiene la leishmania y constatamos que en efecto sirve de detector del parásito. Ahora estamos en las pruebas preliminares para comprobar la hipótesis de la propuesta”, explica Castillo. “Si logramos pulir el funcionamiento de nuestra metodología podremos detectar cualquier otra patología asociada a parásitos, menos invasiva para el paciente y a bajo costo”, agrega el investigador. Se estima que los resultados de esta investigación pudieran tener un gran impacto fuera de nuestras fronteras, debido a la necesidad de distintos países tropicales en combatir la misma enfermedad

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